El City está en la final de la Liga de Campeones después de superar al Real Madrid 4-0 en una noche que se recordará durante años.
Apenas una semana después de la ida en el Santiago Bernabéu (1-1) en la que hubo momentos para ambos equipos, los de Pep Guardiola protagonizaron una actuación dominante de principio a fin.
Al término del partido en Madrid, Pep ya adelantó y enfatizó las dos claves de la vuelta, la fluidez arriba a la hora de conectar con Haaland y evitar la defensa hundida en las cargas ofensivas de los de Carlo Ancelotti por la banda de Vinicius.
Mismos técnicos que la pasada temporada, casi mismas plantillas, muchas de las miradas estaban puestas antes de la eliminatoria en la figura de Erling Haaland, factor diferencial del City 2022/23.
El noruego llegaba a la eliminatoria con 52 goles anotados en la temporada, 36 en Premier League y otros doce en la Liga de Campeones. En España se apuntaba al ‘Monstruo’ noruego como la clave que podría cambiar el signo de la eliminatoria respecto a lo ocurrido hace apenas un año.
Aunque la aportación de Haaland fue decisiva en la vuelta en el Etihad. Maniatado, casi enjaulado, por la defensa blanca en Madrid, Pep Guardiola aseguró tras el partido en el Bernabéu que su principal foco de atención de cara a la vuelta recaería en la manera de encontrar el ‘9’ con mayor asiduidad.
Y así fue. Si en Madrid solo dispuso de una clara ocasión para exhibir su potencial físico y olfato depredador, desbaratada por un providencial Alaba, en el Etihad, Haaland fue un quebradero de cabeza constante para la defensa blanca en su faceta de killer. Solo tres extraordinarias intervenciones de Thibaut Courtois privaron a Erling de su gol en semifinales.
En su movilidad se manifestó la debilidad de la defensa blanca. Añadida a la habitual hiperactividad de Bernardo, Grealish, Gündogan y De Bruyne en la zona de tres cuartos. Los desajustes de Toni Kross, primero, y Eduardo Camavinga, en el segundo gol, generaron las situaciones de ventaja que Bernardo aprovechó con dos exquisitas definiciones.
Si el City sufrió en Madrid, en los minutos de la eliminatoria en los que no pudo tener el balón, en Manchester evitó de nuevo este escenario con una incansable presión que obligó a Courtois a buscar una y otra vez el balón largo, situación en la que el equipo se impuso gracias a los centímetros, la exuberancia y la contundencia de Rúben Dias, John Stones, Manuel Akanji y Kyle Walker.
Mención especial para el lateral inglés, vencedor incontestable en el duelo individual con Vinicius. Solo cuando pudo romper por dentro en una rápida transición blanca que terminó en el 1-0 en la eliminatoria brilló la estrella madridista. Walker se impuso de forma apabullante en los duelos mano a mano.
Rodrigo se consagró ante el Real Madrid como uno de los mejores, si no el mejor, mediocentro de Europa. Ahora tiene en Stones el socio ideal. En el Etihad, Rodri fue el jugador que más intervino, en 124 ocasiones. Intentó 113 pases de los que completó 102 y recuperó más balones que nadie, once.
Además, ganó los tres duelos disputados y se llevó siete de nueve balones en segundas opciones.
Y también Ederson, ensombrecido por la estelar actuación de Thibaut Courtois fue decisivo en el desenlace de la eliminatoria frenando las esporádicas, pero tradicionalmente letales llegadas blancas. Hasta en tres ocasiones tuvo que intervenir en Manchester por cuatro de su colega belga. Especialmente trascendente la que evitó que el Real Madrid entrada de nuevo en el encuentro con 2-0 en un libre directo de Alaba en el principio de la segunda mitad.
Su momento de forma quedó plasmado también en la doble intervención a disparos de Karim Benzema y Dani Ceballos en el tramo final del encuentro.
Pero especialmente importante fue su vuelo a remate de Aurélien Tchouaméni en los últimos compases del partido en el Bernabéu que evitó que los madridistas viajaran a Manchester con ventaja.
Triunfo mayúsculo del equipo.