Con 17 años, Adrià Bernabé es un clásico 10, zurdo, que destaca por su capacidad de organizar el juego de ataque y la llegada a la portería rival.

Siempre ha habido unanimidad entorno a la figura de Adrià Bernabé. Se trata de un jugador especial. Llegado al City este verano, el catalán, de 17 años, es el último debutante a las órdenes de Pep Guardiola desde su estreno el martes en la Carabao Cup, cuando saltó al césped del Kassam Stadium en el 85’, en el lugar de Riyad Mahrez.

Hasta la fecha, Adrià suma seis partidos con el segundo equipo en la Premier League 2, competición en la que se estrenó con gol ante el Arsenal. En el último encuentro de los de Paul Harsley, el catalán también fue decisivo asistiendo al argentino Benjamín Garré en el tercer gol de la victoria 3-2 ante el Derby County.

Adrià es un ‘10’ de manual, casi se podría decir de la vieja escuela. Destaca por su omnipresencia en el centro del campo con capacidad organizar el juego de ataque y su madura interpretación de los ritmos del partido desde una temprana edad. Además, posee una gran facilidad para llegar al área, para asistir o marcar con la misma soltura.

Zurdo nato, con un buen manejo muy trabajado de la derecha, Adrià dio sus primeros pasos en el Levante Las Planas barcelonés del que pasó al CF Damm con tan solo cinco años. Tardía apenes un año en incorporarse a la cantera del RCD Espanyol de Barcelona y en verano de 2013, con 13 años, pasó a formar parte de las categorías inferiores del FC Barcelona.

“Se trata de un ‘10’ de toda la vida. Estiloso con el balón en los pies, omnipresente en el centro del campo, con llegada muy buena a la frontal y mucho gol”, explicaba entonces el periodista Albert Rogé, uno de los mayores conocedores del fútbol base azulgrana.

Adrià ha destacado en todas las categorías de formación. Entre otros reconocimientos, con 12 años fue el mejor jugador del Torneo Nacional Blue BBVA  –antecesor del actual LaLiga Promises– y también ha sido elegido MVP del torneo MIC.