Incluso su entrenador Pep Guardiola elogia el trabajo y la importancia de Fernandinho en el Manchester City, pocos reconocimientos mejores.

Controla el centro del campo. Es suyo. Y tras una nueva actuación brillante, en la que el City derrotó al Newcastle por 2-1 el mes pasado, a Guardiola le preguntaron sobre sus actuaciones. “Tenerle es un regalo”, dijo en la sala de prensa del Etihad Stadium. “Es un tipo que tendrá minutos de descanso. Es muy importante. La temporada pasada fue un jugador clave para nosotros”.

Habitualmente, son sus compañeros en el ataque los que acaparan los titulares, pero su valor para el club está a la altura. Es el pegamento invisible que mantiene al equipo junto. Él conecta defensa con ataque.

Su presencia da seguridad. Fernandinho no solo es un centrocampista destructor, que rompe el juego ajeno, sino que también es capaz de empezar el propio, y de dar velocidad a los vertiginosos ataques celestes.

Mezcla de dureza y elegancia desde que llegó a Manchester procedente del Shakhtar Donetsk en el verano de 2013. Ya se había ganado la reputación de talent prometedor durante sus tres años en el Atletico Paranaense en Brasil. Ferna dio el salto a Europa en 2005, para aterrizar en Ucrania.

Un lugar cuya cultura y clima dista mucho del de su país natal. Fernandinho trabajó para asentarse en su nuevo equipo, y lo hizo. En el Shakhtar jugó ocho años, ganando 14 trofeos, incluida la Copa de la UEFA y seis ligas ucranianas. También ganó experencia en Liga de Campeones antes de firmar por el City.

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Ya fue parte importante en la plantilla que dirigía Manuel Pellegrini, con quien disputó 41 partidos en su campaña de debut. Gano la Premier League y la Copa de la Liga esa temporada. Ahora acumula 230 apariciones con la zamarra celeste, y volvió a jugar un papel importante en el doblete de la 2017/18.

Incluso Pep, que ocupó la misma posición en el centro del campo en su etapa como jugador, dijo que Fernandinho le habría quitado el puesto en el equipo. “Pep dijo que soy mejor que él cuando jugaba”, reveló durante la concentración de Brasil en el Mundial de Rusia.

La faceta que distingue a ambos es la versatilidad. Aunque el brasileño empezó como centrocampista defensivo, no le importa adelantar o retrasar su posición según las necesidades del equipo.

“Poder jugar en varias posiciones es algo que he hecho desde que era muy joven”, destacó Fernandinho. “La habilidad de entender lo que quiere el entrenador, lo que pide, siempre me ha ayudado mucho durante mi carrera. Si el entrenador necesita que juegue en una posición diferente lo hago”.

Así es Fernandinho, un jugador de equipo.