Febrero trajo sensaciones contrapuestas. Desde la salida en la FA Cup o el empate en Turf Moor, a la vuelta a la Liga de Campeones o el título de la Copa de la Liga.
Tras ganar al Burnley por 4-1 en la FA Cup, los claret and blue volvían a cruzarse en el camino del City. Fue así como se abrió el mes de febrero, con un golazo de Danilo en el minuto 22 del partido en Turf Moor para dar la ventaja a los hombres de Pep Guardiola. Hubo un buen puñado de ocasiones y el control fue celeste. Raheem Sterling no pudo marcar desde cerca tras recibir un balón de Kyle Walker.
El City hizo todo lo que estuvo en sus manos. El Burnley seguía vivo, y al final golpeó. Johan Gudmundsson empató en los últimos minutos. Fue, simplemente, un mal día.
Pero la vida siguió, y con ella, la Premier League. El Leicester City visitó el Etihad Stadium y Raheem Sterling abría el marcador a los tres minutos, Jamie Vardy lo igualó poco después, y así se llegó al descanso. En la segunda mitad, Sergio Agüero marcó uno, dos, tres, y hasta cuatro goles. Kevin De Bruyne repartió tres asistencias, y la afición cityzen volvió a sonreir.
Tres días después de marcar cinco goles, el City logró cuatro. Fue en Basilea, en la ida de octavos de final de la Liga de Campeones. Ilkay Gündogan fue el hombre del partido ante los campeones suizos. Sin dudas. Marcó dos goles, y aún pudo lograr más. Los tantos de Bernardo Silva y Agüero cerraron una goleada que dejaba a los mancunianos prácticamente en los cuartos de final de la máxima competición de clubes de Europa.
Antes, de confirmarlo con la disputa del partido de vuelta, el City se llevó un varapalo en Wigan. Fueron los Latics quienes alcanzaron la quinta ronda de la FA Cup, competición en la que previamente se habían impuesto en dos ocasiones al Manchester City.
Fue evidente, desde el principio, que sería una noche dura para el City. El equipo de Paul Cook defendió con uñas y dientes, mandando al traste los ataques visitantes. Entonces, justo antes del descanso, Fabian Delph vio la cartulina roja tras una entrada a Max Power.
A la vuelta de vestuarios, auspiciados por la expulsión, los muchachos de Pep Guardiola empujaron en busca del gol que les diera el billete a la siguiente ronda. Pero que Will Grigg, en el minuto 79, quien envió el balón al fondo de la red en un contraataque. El City lo intentó hasta el último momento, pero no pudo ser.
Una semana después de quedar eliminado de una competición copera doméstica, el City ganó la otra. Y lo hizo con estilo. Imponiéndose en Wembley al Arsenal para levantar la tercera Copa de la Liga en cinco años.
Pierre-Emerick Aubameyang quiso poner su nombre en la lista de goleadores de la final, pero fue Sergio Agüero quien, en el minuto 18, puso al City por delante en el marcador. Vincent Kompany dobló la ventaja con una celebración propia de un capitán. Fue emocionante. David Silva cerró el marcador pasada la hora de juego para que Pep Guardiola lograra su primer título en Inglaterra.
