La jugadora venezolana del Manchester City ha creado una fundación que tiene como objetivo impulsar la carrera de jóvenes deportistas sin tantas oportunidades.

Aún con muchos años de fútbol por delante, Deyna Castellanos ya cuenta con un currículum que sería la envidia de muchos.

A los 14 años, ya fue la máxima goleadora del Mundial Sub-17. En la siguiente edición del torneo, un increíble gol en el descuento desde el centro del campo contra Camerún le valió un lugar en la lista de finalistas para el Premio FIFA Puskas, un reconocimiento al gol más bello del año.

Sin edad para sacarse el carné de conducir, Castellanos terminó tercera en los Premios FIFA Best en 2017.

En el 2019, el Atlético de Madrid la fichó. Después de dos temporadas y media exitosas en la capital española, el Manchester City la llamó.

Teniendo en cuenta que el fútbol ni siquiera es el deporte más popular en Venezuela, el ascenso meteórico de la Deyna “La Reina” tiene más mérito.

Si bien está increíblemente orgullosa de su origen, es la primera en admitir que las oportunidades para los jóvenes venezolanos, en particular para las niñas, son muy limitadas en el mundo del fútbol.

“El fútbol masculino ni siquiera es el primer deporte en Venezuela. Es el béisbol. El fútbol femenino ni siquiera estaba en el mapa”.

“Después de quedar cuartas en el Mundial Sub-17 en 2014, las cosas empezaron a cambiar”.

“Evidentemente, el fútbol no es tan grande como aquí en Inglaterra. No creo que lo sea nunca”.

“Creo que tengo mucha suerte de estar aquí. Espero ser esa persona de su mismo país que haga realidad sus sueños todos los días. Espero que vean eso en mí”.

Castellanos lucha para conseguirlo. La venezolana ha creado una fundación que tiene como objetivo brindar a las jóvenes de todo el mundo las mismas oportunidades que ella pudo tener.

De hecho, el camino de la venezolana hacia el fútbol profesional llegó gracias a una beca en los Estados Unidos, donde compaginaba el deporte con sus estudios.

Para Deyna, eso se tradujo en un título de periodismo. Desde entonces, la venezolana ha ejercido de analista cuando estuvo en España y en el Mundial de 2019 en Francia.

Su experiencia en Estados Unidos fue, en sus propias palabras, clave para ser la futbolista en la que se ha convertido desde entonces.

Su fundación, el programa Queen Deyna: Education and Sport, tiene como objetivo hacer realidad sueños similares para próximas generaciones.

“Para mí, conseguir una beca en Estados Unidos me cambió la vida”, explica.

“Sé que es muy difícil para muchas personas obtener una beca o tratar de pagar sus estudios en su propio país”.

“Dar esa oportunidad a otras jóvenes es algo que quería hacer porque fue una de las mejores decisiones de mi vida: ir a la universidad y vivir esa experiencia”.

“Sólo quería que otras jóvenes también tuvieran ese sueño y poder ayudar a construir ese camino”.

“Me llena de orgullo, para ser honesta. Es algo que me motiva todos los días, tratar de ayudar a muchas jóvenes a tener la misma oportunidad que tuve yo”.

Si bien fue una experiencia inolvidable para Castellanos, su etapa en los Estados Unidos, particularmente al principio, no estuvo exenta de dificultades.

Ya en 2023, el inglés de la centrocampista es casi perfecto.

Sin embargo, todo fue diferente cuando la Deyna de 16 años cruzó las puertas de la entrada de la Universidad Estatal de Florida por primera vez.

Ella dijo: “Creo que estaba rodeada de las personas adecuadas en el momento adecuado. No era algo que esperaba. Tuve un buen Mundial Sub-17 y la gente adecuada vino a mí”.

“Tuve una gran oportunidad y ni siquiera me lo pensé. Era algo que quería hacer. Siempre estuvo en mis planes tener una educación y jugar al fútbol al mismo tiempo”.

“Fue muy duro para mí. No hablaba nada el idioma. Sólo sabía saludar y no lo entendía, así que los primeros meses fueron muy duros”.

“Tenía sólo 16 años cuando me mudé a los Estados Unidos y comencé la universidad. En las clases casi no entendía nada”.

“Sin embargo, lo aprendí muy rápido. Mis compañeras de equipo, el cuerpo técnico, los profesores… Todos me ayudaron. Fue muy duro al principio, pero también una de las mejores experiencias de mi vida”.

Por lo que respecta a sus estudios, Deyna reflexiona: “Creo que elegí el periodismo porque me sentía muy cómoda frente a las cámaras. Me gustaban ese tipo de cosas”.

“Se me hizo natural elegir una carrera en los medios. También me ha ayudado mucho fuera del fútbol, ​​pero también de alguna manera dentro del fútbol, ​​porque pude comentar el Mundial”.

Cuando se unió al Manchester City el verano pasado, Deyna se convirtió en la primera venezolana en jugar la FA Women’s Super League.

El ex defensa del Fulham Fernando Amorebieta y el ex West Bromwich Albion, Newcastle United y Everton Salomon Rondón han sido los únicos otros dos venezolanos que han jugado en la máxima categoría de Inglaterra.

“Creo que he podido ser ejemplo para mucha gente en mi país”, explica.

“Tuve la oportunidad de venir aquí, que para mí es la mejor liga del mundo”.

“Hay muchas historias increíbles por ahí. Las mujeres son increíbles, en general. Podemos lograr lo que queramos”.