La gran final del viernes en Jeddah reunirá a los campeones de la Champions y de la Copa Libertadores.
El City consiguió su billete para la cita después de superar por 3-0 en la semifinal del martes al Urawa Red Diamonds 24 horas después de que Fluminense venciera al Al-Ahly por 2-0 en el King Abdullah Sport City Stadium.
Para el City, este partido le da al Club la oportunidad de convertirse en el primer equipo inglés en ganar la Premier League, la FA Cup, la Champions, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes en un año natural.
En declaraciones en la previa de la final en rueda de prensa, el técnico del City dijo que el equipo estaba preparado y que era consciente de la importancia de la ocasión, pero también que había un gran respeto por la calidad de nuestros oponentes.
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“Los jugadores están preparados y saben lo importante que es”, declaró Guardiola.
“Ganamos la semifinal contra el Urawa pero sabemos la calidad que tiene el Fluminense”.
“Conozco el talento, la calidad del Fluminense y lo que pueden hacer. Han vencido a equipos de Argentina, Colombia y Uruguay”.
“Conozco a los jugadores y los respeto mucho. Juegan muy bien”.
“Tiene mucha experiencia con jugadores como Marcelo o su portero. Tienen cinco o seis jugadores mayores de 37 años. Eso significa que pueden controlar las emociones. Cano es un delantero que tiene el gol siempre en la cabeza”.
“Juegan con el típico estilo brasileño de los años 70, 80 y principios de los 90, como cuando Brasil ganó el Mundial en 1994”.
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“Juegan mucho el balón con pases cortos, uno contra uno. Son muy físicos. Tenemos que ser conscientes de si se quedan atrás o no”.
“Tenemos que ser precisos con el balón. Tenemos que imponer nuestro ritmo, hacer una buena actuación y ser resistentes en los malos momentos”.
Con tanto en juego en un torneo tan prestigioso, gestionar las emociones será clave.
Cuando se le preguntó por este aspecto, Guardiola se refirió a la experiencia de su primera final de Mundial de Clubes, cuando dirigió al FC Barcelona:
“¿Como se reprimen las emociones? ¿Cómo se juega una final del Mundial de Clubes sin emociones?”, se preguntó Pep.
“La emoción siempre está ahí. Hay que saber manejarla. Se trata del tiempo que permanece en tu mente. Ese es el gran objetivo en las finales”.
“Es la cuarta vez que estoy aquí. La primera vez en Barcelona en 2009 marcamos en el minuto 93 para ir a la prórroga”.
“Éramos favoritos, pero casi quedamos eliminados. Fue entonces cuando me di cuenta de que competir contra equipos brasileños es muy complicado”.
