Recordamos la historia dorada del Estrella Roja, el último rival de la fase de grupos del City.

Una de las grandes historias de la Copa de Europa la escribió a finales de los ochenta y principios de los noventa el Estrella Roja de Belgrado, rival del City este miércoles en Serbia.

Solo la Guerra de los Balcanes frenó un equipo que parecía destinado a marcar una época o, si más no, tratar de tú a tú a los grandes del momento. El Milan de Arrigo Sacchi, el Barcelona de Johan Cruyff y Pep Guardiola, el Olympique de Marsella.

Campeón de Europa en 1991 con gran parte de la generación campeona del mundo sub 20 con Yugoslavia cuatro años antes, la fragmentación de Yugoslavia alejaría al Estrella Roja de la élite europea durante más de dos décadas.

El segundo duelo ante los serbios llegará en diciembre, para cerrar la fase de grupos, en en estadio Rajko Mitić, el Pequeño Maracaná de Belgrado.

El próximo rival del City conquistó la Superliga Serbia con seis jornadas de antelación y sin perder no uno solo de los 37 encuentros disputados (30 victorias y siete empates) entre la temporada regular y el playoff final por el título, del que le bastó un partido para ser campeón.

Con el título del pasado curso, el rival del City en la Champions extendió su hegemonía en el fútbol de su país con la sexta liga consecutiva.

La Superliga 2016/17 fue la última que no conquistó el Estrella Roja, entonces ganada por el gran rival del Belgrado, el Partizan.

El israelí Barak Bakhar, seis veces campeón de su país, tres con el Happoel Ber Sheeva y otras tres con el Maccabi Haifa, es ahora el técnico del conjunto serbio. En julio ocupó el puesto de Milos Milojevic, ahora en el Al-Wasl de los Emiratos Árabes.

Precisamente el Maccabi Haifa de Bakhar dejó al Estrella Roja fuera de la Liga de Campeones en la previa de la pasada temporada tras la victoria 3-2 en Israel y el empate 2-2 en Belgrado.

Un año más tarde encontró la redención con los seguidores serbios a los que devolvió el fútbol de Champions tres años después de su última participación.

El campeón de Europa de 1991 no regresó a la máxima competición continental desde su histórico título hasta 26 años después. Bajo el nuevo formato de Liga de Campeones, estrenado en 1992, solo participó en la primera edición y no había regresado jamás a la competición hasta que lo hiciera en 2018, emparejado en la fase de grupos con PSG, Liverpool y Napoli, cerró el grupo.

Un año más tarde, los serbios regresaron con mismo destino. Eliminados en último lugar de su grupo en el que quedaron emparejados con Bayern, Tottenham y Olympiacos.

El Estrella Roja de Belgrado es el único equipo de la antigua Yugoslavia en proclamarse campeón de Europa. El gran logro del fútbol yugoslavo llegaría pocos meses antes de la desintegración del país.

Robert Prosinecki, croata, era el fichaje estrella del aquel equipo, mejor jugador del Mundial sub 20 de Chile que Yugoslavia conquistó en 1987, cambió el Dinamo de Zagreb por el Estrella Roja pocos meses después. Con él, llegaría la primera liga en cuatro años.

En la temporada 88-89 se produjo el primer asalto a Europa con dos otros fichajes fundamentales, Dejan Savicevic y Darko Pancev. Un montenegrino y un macedonio.

Aquella temporada, el Estrella Roja pudo mandar en el continente pero cayó en el camino con el gran Milan de Arrigo Sacchi. Tras empatar 1-1 en el ida, los serbios ganaban 1-0 en Belgrado cuando irrumpió la niebla y el partido quedó suspendido.

Por temas legales, si esto sucedía el partido se retomaba sin tener en cuenta el resultado. Entonces volvieron empatar 1-1 y los milanistas pasarían en los penaltis.

La oportunidad que el fútbol le debía al Estrella Roja llegó el 29 de mayo de 1991 en Bari. Esperaba el Olympique de Marsella. Sin goles tras los noventa minutos y la prórroga, la final se decidió desde el punto de penalti y los serbios se impusieron 5-3.

En el equipo dirigido por Ljupko Petrovic figuraban, además, Sinisa Mihajlovic, Dejan Savicevic, Vladimir Jugovic y el portero y capitán, Stevan Stojanovic. 

Croacia estaba en guerra. Las potencias europeas reconocieron la independencia croata y de Eslovania y Yugoslavia dejó de existir. Apalabrados Davor Suker, Robert Jarni y Slavisa Jokanovic, ninguno de ellos pudo acabar recalando en el club.

Pasaría un cuarto de siglo hasta volver a ver al Estrella Roja entre los más grandes de Europa.