No pasó mayores apuros a lo largo del partido más allá de la jugada del tanto con el que Mbwana Samatta metió al Aston Villa en el partido al borde del descansa. Recortó distancias en el marcador el atacante villano, pero a la postre, el suyo sería el último gol del partido.
Y lo fue porque Claudio Bravo apareció a dos minutos del final para desbaratar el cabezazo con el que Björn Engels pretendió empatar el partido.
El meta chileno celebró la tercera Copa de la Liga consecutiva del Manchester City, atribuyendo el éxito a la regularidad y la constancia en el día a día en el campo de entrenamiento.
“Este título refleja el trabajo constante, las ganas de querer más títulos. Ese es el objetivo principal. Trabajar para llegar a estos partidos y ganar los máximos títulos posibles”, dijo Bravo.
Recordó el portero los malos momentos, como la lesión que le mantuvo apartado durante gran parte de la campaña. Se recuperó Claudio, que en el presente curso ya ha levantado dos trofeos en Wembley, la Community Shield y la Carabao Cup.
“Cuando tienes la oportunidad de jugar estos grandes partidos te lo tomas distinto. También influye la experiencia. Me quedo con un sabor de boca positivo. Dejar atrás la lesión para competir en dos finales y salir victorioso de las dos es fenomenal”.