Fue el último gol de la temporada. En el último minuto del último partido. Lo marcó Gabriel Jesus y sirvió para que el City llegara a los 100 puntos.
No había nada en juego, pero nadie podría decirlo a juzgar por las escenas que se sucedieron tras el gol de Gabriel Jesus en St Mary’s. Los aficionados del City se agolparon frente al césped, y los futbolistas del City frente a la grada visitante. Juntos.
Se celebraba un gol. También una victoria. Y también una temporada. Porque no había otra forma de cerrar una fantástica Premier League, una liga de récords, que juntos y felices.